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Writer's pictureXiomara Maldonado

Es tiempo de practicar...

Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas.

1 Samuel 17:39


Leer la Palabra es una fuente que no para de botar agua que salta para vida eterna. Su lectura nos invita a aprender y escudriñar más, y sobre todo a poner en marcha todo lo que nos enseña.


Hoy, leía estas líneas cuando David estaba a punto de enfrentar a Goliat y saltó el detalle que el mismo indica; "yo no puedo andar con esto porque nunca lo practiqué". David intentó andar con la coraza, el casco de bronce y la espada de Saúl, pero le fue imposible. Primeramente no eran sus ropas, eran las del rey Saúl. quien pertenecía a la tribu de Benjamín. Las Escrituras lo describen así: "Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo".

(1 Samuel 9:2)


Más alla de que no le quedara porque fueran de tamaños diferentes, me llama la atención la respuesta de David: "nunca lo practiqué". Dándonos a entender que si lo hubiera practicado con anticipación la hubiese podido utilizar. Dejo volar mi mente y pienso, le hubieran podido hacer ajustes y hasta le abrían dado un mini equipamiento de guerrero. En el uso del vestuario y del manejo de una espada. ¿Lo puedes imaginar?


En el caso de David, no había tiempo que perder, el gigante iba y venía y alguien tenía que ponerle un alto. Y mientras leo y se levanta este momento en mi mente, analizo un aspecto, y es la importancia de practicar la armadura. Y llego de repente en un salto al Nuevo Testamento, a la armadura de Dios, en el capítulo 6: "Xiomara, ¿estás practicando la armadura de Dios"? ¿Xiomara, has propado tu andar con la armadura?


Esta nueva armadura que no se trata de la ropa física que usan los soldados; sino la armadura que no puedo ver, pero me lanza a enfrentar el mundo espiritual. Dice Efesios 6:13: "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".


Toca mi corazón, este poderoso principio espiritual de practicar. De que cada día que pueda aproveche y ande y practique la armadura que nos ha sido entregada. El detalle de no esperar al día de prueba o al día malo para equiparme con el yelmo, la coraza, el cinturón, la espada, el escudo y el calzado. ¿Cuántas veces pretendo hacer algo para lo que no me he preparado, para lo que no he practicado?


La prueba del vestuario, se hace con anticipación, no el día del evento. Como cuando vamos a una boda o a una actividad que hasta nos probamos los tacos y los usamos en nuestra casa. En nuestra actualidad, hasta pruebas de maquillaje se hacen. Una línea con humor, pero sé que la podrán aplicar. El famoso antes de...


David, el próximo rey que gobernaría sobre Israel hoy me ha invitado a practicar antes de la batalla. En definitiva abrán días que pelearé con lo que tenga en mis manos; pero vendrán días más adelante que requerirán la armadura completa. Tener al armadura completa nos ayudará a estar firmes (Efesios 6:11).


Es mi oración en este día, que cada vez que podamos repasemos en nuestro tiempo con Dios y practiquemos y andemos en cada detalle que conlleva.


  • Que practiquemos poniéndonos la coraza de justicia.

  • Que practiquemos usando el calzado del evangelio de la paz.

  • Que practiquemos cómo tomar el escudo para apagar los dardos de fuego del maligno.

  • Que practiquemos colocándonos el yelmo de la salvación.

  • Que practiquemos el manejo de la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.


¿Cómo está mi armadura?

¿Puedo caminar bien con mi armadura? ¿Cuánto tiempo he practicado la armadura de Dios?



Es mi oración que cada una podamos andar cada día con la armadura que Dios nos ha entregado para la batalla.

Es mi oración que le podamos decir al Señor, "lo puedo hacer porque lo practiqué".

Que cuando llegue el día malo estemos listos.

Que cuando llegue el día de la prueba la armadura nos quede como anillo al dedo.

Que cuando llegue el día de la guerra no tengamos que echar nada a un lado.


Recuerda, eres parte del escuadrón del ejército del Dios viviente. (1 Samuel 17:26)


"Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder". (Efesios 6:10)



Dios te bendiga.


Con amor,


Xiomy M.






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